Cuando llegué por primera vez a las artes del Taoist Tai Chi® estaba con una salud extremadamente pobre y en declive. Mi problema de asma iba en aumento y estaba fuera de control. Mi asma se desencadena por el ejercicio, las alergias ambientales, químicas y a las fragancias. Era demasiado sensible a todos los desencadenantes y utilizaba a menudo inhaladores de mantenimiento y de emergencia. Esto era agotador y extremadamente duro para mi sistema y me llevaba tiempo recuperarme de cada ataque.
Asistir a las clases cada semana fue cambiando gradualmente mi respiración, que se volvió naturalmente más profunda y relajada. Me volví menos susceptible a los desencadenantes, ya que mi salud general mejoró y pude reducir drásticamente el uso de inhaladores.
Mirando hacia atrás, me doy cuenta de que tenía miedo de asistir a cualquier cosa porque me podía provocar un ataque de asma. Ahora estoy mucho más relajada de no poder controlar completamente mi entorno.
La práctica del Taoist Tai Chi® no sólo ha sido un gran beneficio para controlar el asma, sino que también ha reducido los problemas relacionados con la vida de esta enfermedad crónica. Encuentro que vivir con asma es mucho más fácil de aceptar debido a los muchos beneficios de una práctica que aborda todo nuestro sistema de salud.
Llevo 17 años practicando Taoist Tai Chi® y cada año hay mejoras en cómo mi cuerpo maneja el asma. Llevo varios años con muy pocos ataques, en comparación con muchos cada semana, y no son tan graves, lo que es mucho más fácil para el cuerpo y la mente.
Los cantos también ayudan a que mi respiración se vuelva menos restringida, más natural; mi voz es más fuerte, y estoy más tranquila.
– Wendy, Haida Gwaii, Canadá