The Dragon's Head Blog: De lo peor lo mejor
Durante los primeros meses de práctica personal, el Don-Yu lo estuve practicando muy alto, esto me permitía relajar mucho la zona cervical y lumbar; al pasar tantas horas sentada frente al ordenador eran partes del cuerpo muy vulnerables al dolor. Conseguí incorporar los 50 Don-Yus a mi práctica diaria, me sientan muy bien; me quitan gran parte de la rigidez muscular con la que me levanto. Después de practicarlos me siento con menos dolor y relajada. También he notado que mejora mi sistema circulatorio, tengo menos pesadez en las piernas.
El practicar diariamente los ejercicios de brazos, me ha evitado tener contracturas continuas (algo que me sucedía con bastante frecuencia) evitando no sólo dolor, sino la sensación de vértigo. También me ha disminuido el dolor en el hombro derecho en el que tengo una tendinitis calcificante.
En los fundamentos siento una gran expansión acompañada de un suave, pero potente estiramiento en todo mi cuerpo.
A nivel psicológico, anímico, emocional y espiritual me ha ayudado y me ayuda a:
Disminuir mi nivel de ansiedad y angustia. No anclarme en la preocupación, dejar ir.
Liberarme de la sensación que me invadía como de claustrofobia. Pasé de estar mucho tiempo fuera de casa a no poder salir de ella.
Equilibrar mis emociones hace que tenga un pensamiento más claro que permite, entre otras cosas, realizar mejor mi trabajo.
Confío más en mí misma. Me siento más fuerte.
Tener más presente lo importante que es el cuidado de uno mismo, y como esto revierte en los demás.
Desarrollar una mayor capacidad de empatía, generosidad, atención y observación no sólo conmigo misma, sino también con lo de fuera.
Mis relaciones familiares se han fortalecido.
Isabel, Madrid