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The Dragon's Head Blog: Watching Change Minute By Minute in Costa Rica

Last month, in a tranquil social atmosphere, we had an opportunity to make the profundity of Taoist Tai Chi® arts available to 50 people in our satellite in Tibás, San José, capital of Costa Rica. Through an Intensive, a lunch and a talk about Physiology and Taoist Tai Chi® practice, we could see the connections between the foundations of the practice and the physiological and energetic profundity of the teachings Master Moy gave us.

“I suffer from Attention Deficit Disorder, but during the three hours of the Intensive I only was distracted a very few times. This is impressive!”

“Every time there is more to learn and it goes deeper.”

“The talk motivated me a lot for my practice, I have a better understanding of the huge importance of all of the movements”.

“In spite of just having participated in only two classes, I felt comfortable in the group. I understand the importance of the correct position of the feet and this has improved my posture and diminished my hip discomfort”.

During the Intensive instructors invited us to take care of our alignment and to permit the movements to come from a more profound place. Francisco, a 21-year-old man, helped us to explore this. The Intensive was only his second opportunity to practice Tai Chi. While we observed his practice and corrections it was impressive to see minute by minute the rapid changes in his body, and his feedback reflected the same changes in mind and emotions. Examples like this one motivated many participants as they realised how effective Taoist Tai Chi® arts is for improving circulation, pain relief and calming the mind and that this is just as important for young people as well as it is for seniors.

During the Intensive, instructors invited participants to encounter the profundity and the source of the movement, focusing on softness and the flow and setting aside the external references on which we tend to focus. During the talk, we had the opportunity to go deeper into our bodies, this time more visual and theoretical to make the connection between the practice during the Intensive and the physiological benefits we receive from practicing Taoist Tai Chi® arts in this way. We explored how the practice of Taoist Tai Chi® arts can activate our circulatory system, balance our autonomic nervous system, calm our mind and heart. We explored how it works to reconstruct our skeletal system, improve the functionality of our brain even when awake, and create the opportunity to let go of trauma generated in childhood. All of this is possible thanks to the practice of the arts Master Moy shared with us through the Society.

“I did not realize how important the functionality of different levels in the spine is to the health of the different organs and circulation, I need to improve my don-yus.”

“When I saw the images of the nervous system and their relation to the spine I realized that the pain in my legs and poor circulation in my feet was due to spinal fusion I had received and discovered how the pain could be relieved and circulation improved with the tor-yu”

“I have worked with the devastating effects of childhood trauma for more than 20 years and it is impressive to experience how Taoist Tai Chi can help rebalance and relieve so many of the consequences we store in our bodies”

By planning together and putting into practice the various activities throughout this day, participants learned that working together in harmony is just as important as exploring the movements. This experience allowed us to receive much more of the teachings, showing us that one does not exist without the other.

The phrase that stayed with us is: “To receive the benefits of Taoist Tai Chi® arts you do not need to wait for many years to pass. You just need a good heart and to be open and the relief will come.”

 

En un ambiente de calma y amistad, el mes pasado tuvimos una oportunidad de hacer disponible la profundidad del Taoist Tai Chi a 50 personas en nuestro satélite de Tibás, San José, capital del país. A través de un intensivo, un almuerzo compartido y una charla sobre Fisiología y Taoist Tai Chi, pudimos relacionar los fundamentos de la práctica con la profundidad fisiológica y energética de las enseñanzas que nos dejó el Maestro Moy.

Algunos comentarios de los participantes:

Tengo diagnosticado déficit atencional, pero durante las tres horas del intensivo, me distraje sólo unas pocas veces. ¡Es impresionante! 

 “Cada vez hay más para aprender, va más profundo”.                                                 

 “La charla me motivó mucho para mi práctica, entiendo mejor la gran importancia de todos los movimientos”.

“A pesar de haber asistido apenas a dos clases, me sentí muy bien con todo el grupo.  Entendí  la importancia de colocar bien los pies y eso ha mejorado mi postura y disminuido mi molestia de cadera”.

Durante el intensivo, la invitación era cuidar de nuestro alineamiento y permitir que los movimientos surgieran de un lugar más profundo, no externo. En esto nos ayudó Francisco, un joven de 21 años para el cual el intensivo era apenas su segunda oportunidad de practicar Tai Chi. Mientras observábamos su práctica y las correcciones, era impresionante ver los cambios tan fuertes tanto en cuerpo, mente y emoción minuto tras minuto. El presenciar ejemplos como éste motivó a muchos miembros, ya que se dieron cuenta de cuán efectivo es el Taoist Tai Chi para mejorar la circulación, aliviar el dolor y calmar la mente, y esto es igual de importante para personas jóvenes como adultos mayores.

En el intensivo la invitación era encontrar la profundidad y la fuente del movimiento, enfatizando en la suavidad y fluidez del mismo, dejando de lado las referencias más externas, a las cuales nos tendemos a aferrar. Asimismo, la charla brindó la oportunidad de adentrarnos más en el cuerpo; esta vez de forma más visual y teórica, para entender la relación entre la práctica durante intensivo y los beneficios fisiológicos que recibimos al practicar Tai chi de esta manera.

Exploramos la activación de nuestro sistema circulatorio, balancear nuestro sistema nervioso autónomo, calmar nuestra mente y corazón, trabajar en reconstruir nuestro sistema óseo, mejorar la funcionalidad de nuestro cerebro, aún estando despiertos, la oportunidad de soltar traumas generados durante la niñez; todo a nuestro alcance gracias a la práctica de las artes que el Maestro Moy nos compartió por medio de la Asociación.

“No me había dado cuenta de cuán importante es el buen funcionamiento de los distintos niveles de la columna para la salud de los diferentes órganos y la circulación. Necesito mejorar mis Don Yus.”

“Cuando vi las imágenes del sistema nervioso y su relación con la columna, me di cuenta que el dolor en mis piernas y la mala circulación en mis pies estaba relacionado con una operación que tuve para unir dos vértebras y descubrí cómo el dolor podía ser aliviado y la circulación mejorada a través de los Tor Yus.”

“He trabajado durante más de 20 años con los efectos devastadores de traumas en la niñez y es impresionante experimentar como el Taoist Tai Chi puede ayudar en re-balancear y aliviar tantas de las consecuencias que almacenamos dentro de nuestros cuerpos.”

La planeación colectiva y ejecución de las distintas actividades a través del día, nos enseñó que trabajar unidos en armonía fue igual de importante que nuestra exploración de los movimientos, demostrándonos que ninguno existiría sin el otro, y permitiéndonos recibir mucho más de las enseñanzas.

Una frase que se quedó con nosotros es: “Para recibir los beneficios del tai chi no tienen que pasar años. Sólo necesitas tener un buen corazón y estar abierto, y el alivio llegará”.

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